En un día normal de mi vida estuve pensando en todas las cosas que tendría que realizar en el resto de mi jornada diaria llegaron a mi varias interrogantes, una fue “¿estoy haciendo lo correcto?”, “¿ otra fue ¿será que es cierto?”, pero de manera muy ilógica e interesante me distrajo de insofacto el por qué de la transculturización del venezolano. Siendo seres tan orgullosos y vivaces por qué tenemos que salirnos de nuestro país cada vez que decimos “feeling “, wachiman (de la palabra en inglés watching man, que significa vigilante), iceberg, basketball, conflei (corn flakes, que significa hojuelas de maíz) remix, y otro montón de palabras que tienen su equivalente en el castellano originario de castilla (España) y que a su vez viene de la madre de todas la mayoría de las lenguas que es el latín, por supuesto. Estuve pensando sobre esta- si se puede decir -“confusión de identidad” y me dije a mí mismo que sería muy fácil culpar al televisor o al ínternet. Ellos son partes fundamentales de este problema, pero no los principales responsables y me pregunté: “¿será que estoy equivocado?”, “¿será que no?”. Después de tomarme un calmante para el dolor de cabeza, pude seguir indagando a ver qué pensaría el ser humano común que lea lo que ya he escrito diría: “este pana esta loco, ese seguro debe se un viejo amargado, ese seguro no es relax así como yo”.
Y otros un poco más preocupados dirían “este señor está en lo correcto; la culpa es de nosotros mismos que nos dejamos manipular” la segunda opinión estaría bien, en cierto modo, ya que nosotros no tenemos el 100% de la culpa y entonces ¿quién sería el culpable? Esta será una excelente pregunta y más para una persona que está fuera de base en ese momento.
Después de tanto imaginar y tratar de conseguir una respuesta coherente pensé “el internet no es el culpable, ya que nosotros en él buscamos y hacemos lo que queremos. Toda consecuencia proveniente de él es culpa directa de la persona misma”. Entonces vino a mí otra idea, la televisión. Se puede decir que sí es protagonista de este dilema por que vemos en el la programación que nos ofrece tenemos 100 opciones y a veces no encontramos ni una que se ajuste a lo que en realidad queremos ver así que tenemos que ajustarnos a lo que el nos ofrece sean programas repetidos, redifusiones, ediciones especiales del mismo episodio, etc.
Me dije “nada, este al menos tiene un 70% de la culpa” pero pensé un rato más y por casualidad leí un artículo sobre la mente del ser humano. Decía que la mente es capaz de capturar información sin darnos cuenta. Los muy nombrados “mensajes subliminales” estos hacen que la mente retenga involuntariamente palabras formas cosas hechos que se nos repitan constantemente de maneras que ni nos damos cuenta, súmenle a esto la debilidad de personalidad de la juventud actual y tendrán un la clave perfecta para transformar a un individuo en algo totalmente diferente a lo que era. Además de habituarse a ver programas amarillistas como los de MTV o E!, que lo que hacen es reforzar en el subconsciente el american way of life el venezolano promedio queda transculturizado de la manera más sigilosa e increíble que puede haber.
Entonces ¿quién es el culpable? La respuesta más lógica sería que cada uno de los anteriormente nombrados posibles ganadores de la culpa tienen un porcentaje muy valioso para convertirnos en quienes no somos (y que algunos lastimosamente quisieran ser) y que la culpa no recae de lleno en la persona afectada así tenga la “mas baja autoestima” la culpa es completamente de todos estos hacedores de lo que no somos. De seguir así podríamos terminar por olvidar lo que es ser venezolano y lo buena que es nuestra gente y que además esta calidez y gentilismo no lo posee ninguna otra sociedad y que eso es lo que nos hacer brillar como personas a nivel mundial. Sólo tenemos que ser un poco más fuertes de mente y empezar a usar esa viveza del venezolano para lo que realmente lo amerita.
K. Echeverria
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