
Al despertar confundido, como todos los días, estuve pensando en cuan vacio pudo o podía ser el ser humano común pensando solo en prendas de ropa, botas, dinero y cualquier tipo de bienes materiales que sólo sirven para adornar el ego. Esto puede ser un poco preocupante. Lo peor del caso es que con el pasar del tiempo en vez de cambiar para mejor, sucede todo lo contrario. Esto se debe a las cada vez más provocativas cunas publicitarias ya sean de productos consumibles o materiales. Las empresas hacen que las personas quieran tener o probar lo que se les ofrece en los mensajes comerciales, vallas publicitarias, o cualquier tipo de publicidad que se nos pueda dar o hacer ver.
Gracias a esto han sucedido muchos casos de robos de artículos como juguetes, videojuegos, golosinas, calzado y muchas otras cosas. Los responsables de estos robos en su mayoría son niños provenientes de familias de bajos recursos. Estos se ven manipulados totalmente por los mensajes publicitarios y al no poder comprar el producto que se les promociona de manera muy ofensiva y provocativa, el niño se ve obligado a recurrir al hurto como herramienta para obtener lo que quiere. Este es solo una consecuencia de la publicidad, el consumo y el deseo de ser increíblemente adinerado.
Ahora voy a hablar un poco de ese típico deseo de ser la persona con más poder adquisitivo, esto es un arma que pudiera ser de autodestrucción ¿Por qué? No se han fijado en las personas más pobres. Estas son las que más dinero gastan en loterías de cualquier tipo, gracias a esa ilusión o sueño de hacerse “ricos” instantáneamente y sin esfuerzo alguno. Esto, aunque suene carnestolendo es cierto. Muchos niños de estas familias “pobres” se acuestan a dormir sin algo de comida en sus estómagos porque las loterías hacen creer a sus consumidores que ganarán algún día, pero lo que ellos no entienden es que salen al menos 3 ó 2 ganadores semanales. Y en el caso de Venezuela eso sería una cifra pequeñísima, si tenemos en cuenta que hay 25 millones de personas en el país. Suponiendo que no todos juegan o compran tickets de lotería al menos 15 de estos 25 millones lo hacen y tienen la misma esperanza de ganar que todos poseen.
Estos son algunos de los problemas que pude abordar, ya que el consumismo es gigante y tiene muchas consecuencias en el mundo. Yo sólo trato de hacer que la gente reflexione un poco y empiece a vivir como Dios manda y no como el mundo y la sociedad nos obliga, también quisiera que empezáramos a pensar por nosotros mismos, que entendamos que no hay que ser el más adinerado, ni andar vestido con la ropa de último grito de la moda, hay gente que es muy pobre de dinero, pero muy rica de valores y que aún así viven dignamente. Este es un ejemplo a seguir desde mi punto de vista. Con esto no digo que todos debemos vivir igual sino como debamos vivir y sin perder las buenas costumbres, además no debe nublarse la mente con el materialismo y más bien ser quien uno siempre fue.
K. Echeverría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Danos tu opinión al respecto